En cuanto a la brevedad del tiempo durante el cual tiene lugar un sueño hay múltiples comprobaciones.
Me voy a referir sólo a un par que ya se pueden considerar históricas. Una es la de Alfred Maury, profesor del Colegio de Francia, que a finales del siglo pasado refirió algunas de sus experiencias:
Tanto cuando estoy en la cama como sentado en un sillón, anoto el momento en el que me invade el sueño (antes había redactado la situación en que se encontraba al disponerse a dormir).
Le pido a la persona que está a mi lado que me despierte poco después de haberme quedado dormido. Al despertar todavía está fresco en mi memoria lo que estaba soñando y lo transcribo en un cuaderno. Esas escenas que describe han sucedido en apenas unos segundos.
Resumo una de estas transcripciones, aparecida en su libro La interpretación de los sueños:
Supone Maury que el golpe de la varilla fue el que desencadenó el sueño y, por tanto, que el tiempo transcurrido desde el comienzo del sueño hasta que se despertó fue de unos segundos. En ese brevísimo lapso transcurrieron las escenas que, en la vida real, duraban horas.
Un sueño casi idéntico fue descrito por Pierre Janet, en relación también con la Revolución Francesa. La única diferencia es que en este caso el preso era real.
Al sonar las campanadas de las 6 de la mañana en el reloj de la cárcel se despertó. Inmediatamente se volvió a dormir y soñó algo parecido a lo descrito por el profesor Maury. Igualmente, se despertó con gran sobresalto al caer su cabeza guillotinada en la canasta, que coincidió con el ruido del carcelero al abrir la cerradura de la celda: eran las 6.03 minutos.
En la actualidad todavía podemos afinar más estas determinaciones sobre la duración de las escenas soñadas.
Como mediante el trazado electroencefalográfico sabemos con exactitud cuándo comienza el sueño MOR, se dejan pasar entre unos segundos y un par de minutos antes de despertar al que se presta a la prueba; si estaba soñando describe las escenas y, con bastante exactitud, podemos saber lo que ha soñado en un tiempo conocido.